El placer de despertar y ver una llamada perdida junto a un mensaje en
el móvil, el saber que ahí, hay alguien que piensa, que se acuerda de
ti, pisar el suelo de la casa y notarlo frío en un día de calor, cocinar
para tus amigos y que se queden satisfechos, dar un abrazo a alguien
que hacía mucho tiempo que no veías, ver salir el sol radiante en
invierno, tomar café mientras fumas un cigarro, dormir cuando llegas
reventada de una fiesta, soñar con aquello que te hace sentir bien, ver
como esa persona que pensabas que ni le importabas te regala un te
quiero, gritar hasta quedar sin voz en el mejor de los conciertos,
dormir junto a él, ir al pueblo y estar con la familia, cantar en la
ducha y bailar por los pasillos de la casa con el volumen de los cascos
al máximo. Caminar bajo la lluvia y pisar los charcos.
Que le bese y que me pida otro igual que ese.
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